Disfrutemos de una Navidad solidaria

Adoro la Navidad. 
Para mi, que durante tantos años viví fuera de casa, la Navidad significa una vuelta a mis orígenes, a mi casa, a reunirme con los míos.Una vuelta a mis sabores,a mi tierra y a mis costumbres. 
No soy excesivamente practicante en mi catolicismo, aunque creo en Dios como ese ser superior que mira por nosotros y nos cuida y al cual tenemos tanto que agradecerle. Así me lo enseñaron y tantos años en colegios de monjas tienen su peso, para que negarlo.




Pero la Navidad me parece sobretodo una época de falsedad e hipocresía. Una época en la cual la mala gente se pone la careta navideña y no se la quitan hasta mitad de Enero.
Gente que ni por asomo es religiosa, celebra las Navidades (una fiesta religiosa sin duda) como si fueran familia directa del Papa. 
Muchos,que durante el año ni se miran, en esta época se sientan en la misma mesa a cantar villancicos y llenarse las barrigas. 
Se miran, se sonríen, se besan, como si verdaderamente se quisieran.
Uno trata de ser mejor persona en Navidad, saludar a ese vecino con el cual a partir de Enero nos cruzaremos y ni nos miraremos . 
Nos hipotecamos durante los próximos meses con tal de inflarse a comer marisco y hacer los mejores regalos. 
Que ridículo por Dios, que incongruencia….

Pero por otro lado estoy convencida de que el espíritu navideño existe.
Se llama a aquellos amigos con los que parece que habías perdido el contacto, los hermanos que durante el año no logran verse hacen el esfuerzo que haga falta para no faltar en esas fechas, perdonamos a esa amiga con la que  últimamente nos habíamos distanciado. 
Todos queremos ser mejores en Navidad.La sociedad y la costumbre nos lo impone.
Y yo me pregunto: si somos capaces de hacerlo durante las Navidades, ¿porqué no intentarlo hacer también el resto del año?
¿Porqué no ejercitamos nuestra paciencia, tolerancia, solidaridad y empatía unos cuantos meses más? 
¿Porqué tiene que acabarse con la cuesta de Enero?
Intentar ser mejores esposas, maridos, hijos, jefes, compañeros….
En definitiva, mejores personas.
Poner a las personas por encima de los intereses, el ser en lugar de parecer, el intentar crear felicidad a tu alrededor en vez de pensar en nosotros mismos, tratar al prójimo como te gustaría que te trataran a ti,echar una mano, arrimar el hombro…
No hace falta adquirir costumbres de homeless ni tener que renunciar a nuestros regalos de navidad que tanto nos gustan, pero por ejemplo:

¿Porqué no regalar joyería o incluso perfumes que donen un tanto por ciento a asociaciones benéficas?.
Bulgari para celebrar su 150 aniversario ha creado un anillo de plata que destina el 100% a Save the children.
Total, si vamos a regalar igual ¿porqué no ayudar? yo lo he hecho.
Por supuesto, y esto no hace falta que lo diga, comprar solamente para nuestras mesas productos españoles.
Intentar hacer las compras de navidad en el pequeño negocio del barrio, así ayudamos al pequeño comercio.
Enseñar a nuestros hijos a ser generosos y a llevar bien comida o incluso juguetes a los comedores sociales de nuestra ciudad.
No dar dinero por la calle a nadie (como dice mi amiga Sandra, a todos nos cuesta mucho ganarlo)pero sí comprar comida, un bocadillo siempre se agradece.
¿Porqué no usar un buscador de compras solidarias para hacer esos regalos que "siempre te cuesta elegir", un regalo diferente?
Compra tus tarjetas de navidad a la ONG que más te guste. En mi familia, sobretodo mi padre acostumbra a felicitar las navidades como antiguamente, con tarjetas, desde hace muchos años las compramos en Unicef.
















Y Por último una reflexión o una idea según se mire:
Hay gente muyyyy cómoda, a la cual no le importaría dar, y que incluso seguramente estará deseando que alguien pasara por su casa para recoger esa maleta de ropa pequeña o pasada de moda que hizo hace algunos meses.
Os suena?
Gente que si tiene que coger el coche, cargarlo y buscar dónde está en centro de beneficencia más cercano, le entra dolor de cabeza.Que no han ido a una iglesia desde que hicieron la comunión.
Mi pregunta es:
No podrían bien los comedores sociales, bien Caritas o todas aquellas asociaciones benéficas que hay en nuestro país, que me consta son muchas, echar mano de voluntarios para ir por las casas recogiendo aquello que a "muchos" nos sobra?
Para eso los americanos son únicos; tiran de Chrysler Voyager y van por urbanizaciones y barrios de alto standing y hasta que no la tienen "petada"no se vuelven.
Es una pena, creedme, son muchas las personas que les gustaría dar y no saben como porque no lo han hecho nunca.





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