A Londres de mil amores

Me ha encantado mi viaje a Londres el pasado fin de semana.
Aparte de que no nos llovió ninguno de los dos días que estuvimos allí (cosa rara), la población de Londres, tanto autóctona como flotante, rezuma alegría, bienestar y confianza por todos sus poros, algo natural ya que allí la crisis parece que o les ha tocado de refilón o ya ha pasado y por supuesto no el tipo de crisis al cual nosotros llevamos mas de 5 años intentando hacer frente.
En Londres la crisis es diferente, apenas se nota ya que el no estar en el euro les beneficia enormemente. Mientras que en España superamos con creces el 20% de población en paro, ellos no llegan ni al 8.
Miles de españoles han emigrado en los últimos años a Londres donde han encontrado trabajo y seguridad (no en vano somos la sexta nacionalidad ahora mismo en Reino Unido). 
Así que también es un destino a tener en cuenta a la hora de planear las vacaciones ya que el idioma ha dejado de ser un problema.
Los ingleses hacen absurda esa creencia popular,dada por cierta de tantas veces repetida, de que vienen a nuestro país a desfogarse y a dar rienda suelta a aquellos bajos instintos que no pueden mostrar en su patria. 
Los ingleses vienen a España por nuestro maravilloso clima y sobre todos porque para ellos veranear en nuestro país 15 o 20 días les sale como a nosotros nos saldría un fin de semana en Londres.
Los Ingleses son cachondos, desinhibidos, juerguistas y disfrutones. Comen, beben, fuman y rien como cualquiera de nosotros y evidentemente se deprimen en los días de lluvia (que son muchísimos) como cualquier vasco, gallego o ciudadano que no tenga mas remedio que ver el sol solo en fotografía.
Es bien sabido que el clima influye y mucho en el carácter de las personas. El sol aporta vitalidad, alegría y buen rollo mientras que su ausencia y un cielo un  gris te quitan las ganas de casi todo. 
Os lo dice una que ha vivido dos años y medio en Moscú donde a las 3 de la tarde se hacía de noche….

Pero si algo me ha impactado veramente ha sido el sentido de la moda de las inglesas.
Creo que la moda inglesa de la mano de McQueen, Stella McCartney,Victoria Beckham,Vivienne Westwood y compañía, aparte de las it Girls Alexa Chung, Kate Moss o la mini Jagger, Georgia,se ha situado en el vertice de la moda mundial.

Un poco cansados ya de la uniformidad italiana  (del logotipo si o si), del charme y saber estar francés, hacía mucha falta el sentido de la creatividad,la frescura, el descaro de "me pongo lo que quiero porque confió en mi, y el arriesgo porque me veo divina"(aparte de que no tengo ningún complejo) que ponen de manifiesto las chicas inglesas.

Los diseñadores ingleses son modernos, atrevidos y sin miedo a experimentar, hacen moda street stile, prendas que cualquiera de nosotras nos pondríamos para salir, lejos de esas modas inllevables y que solo sirven para admirarlas en pasarela pero que para el día a día son improponibles.

Londres es transgresión, creatividad, modernidad, ausencia 
de complejos y ningún miedo a experimentar.
Probar probar y  probar, con la absoluta certeza de que nadie, solo los pacatos que venimos de fuera, va a juzgar ni criticar aquello que se pongan.
Shorts y calcetines altos, calcetines con sandalias,faldas tutú,crop tops, brillos, lentejuelas y encajes.plataformas. Todo un crisol de colores y brillos incluso por la mañana.
Las inglesas no tienen tipazos. Son mujeres que suelen beber y comer todo aquello a los que nosotras le hacemos la señal de la cruz cuando pasan las 6 de la tarde.Pero aún así se visten como si todas fueran Kate Moss.

Se que muchas cuando leáis esto pensaréis: Que horror, que horteras, que ridículas…
Se que muchas optais por pasar desapercibidas, pensáis que menos es más y que la clase y el estilo es ir correcta y no transgredir las normas.Falso.
La clase y el estilo es ponerse lo que a uno le da la gana, sentirse bien en su propia piel y transmitir seguridad y confianza con lo que llevan.
Una va disfrazada cuando se siente disfrazada, no cuando se piensa que va divina y sobre todo cuando no le interesa lo que los demás piensen de ella.
Eso es la clase, seguridad en uno mismo.
Eso es lo que los demás veran en ti, tu osadía, tu confianza, tu creatividad, no la ropa que lleves.