A ver si de una vez por todas nos queda clara la diferencia entre el iluminador, que ilumina y el corrector, que corrige.
Durante años hemos echado mano del Touch Eclat de Saint Laurent como si aquello fuera la panacea. Nos lo echábamos por toda la cara. Tapábamos ojeras( y parecíamos un oso Panda),nos lo aplicábamos en los granitos con el único efecto de sacarlos a relucir, nos lo poníamos en el arco de cupido con la intención de resaltar el labio, de hacerlo mas voluminosos y parecía que acabábamos de comernos un bocata de Bacon!!!! Que guapas íbamos!!! o así lo pensábamos….
Éramos lo más:
-Tu que usas??
-Yo, Touch Eclat
Y nos sentíamos un poco Caterine Devenue, la testimonial de la marca, la Belle de Jour de turno. Que cool!!!
Correctores hay muchos, tantos como iluminadores, y su función única y exclusiva es corregir, tapar, difuminar. En granitos, rojetes, manchas, pecas, lunares y ojeras por supuesto.
Algunas pensaréis que cuando una se pone el corrector y después el maquillaje los efectos del primero se anulan porque el maquillaje suele taparlo todo, no??? Error!! Las texturas de los productos son completamente diferentes y cada uno tiene y lleva a cabo su misión.
Lo primero que hay que hacer con nuestra cara de acelga matutina es, después de aplicar la crema hidratante, echar mano del corrector y taparlo TODO.
Todo aquello que no hace parecer tu cara un lienzo limpio y pulido. Con ayuda de un pincel o incluso del dedo, porqué no, se tapan todas las irregularidades del rostro.
Después, yo al menos así lo hago, se aplica el maquillaje. No olvidaros que en cuestión de maquillaje menos es más y que hay que aplicar muy poquito producto para no parecer Lolita Pluma en sus mejores tiempos…
Una vez que el maquillaje esta aplicado, extendido y bien difuminado nos vamos con el colorete. Muy muy sutil (yo siempre opto por los tonos tierra o incluso berenjena, jamas rosas) y una vez que lo hemos puesto nos vamos con el Rey de la buena cara. El iluminador.
Se que muchas de vosotras, no me engañéis, nunca jamas lo habéis usado. Nunca habéis invertido en un buen iluminador. Otro error.
Cuando veis esas caras jugosas, juveniles y sanas en las revistas, cuando veis a la princesa Carolina con mas de 60 años y un montón de paquetes de tabaco a cuestas con esa cara que parece que tiene 20 menos y cuando veis a Carlota de Mónaco con esa luminosidad en la piel, que os pensáis que es???
No me habléis de edad. Mi hija tiene 11 años y no tiene la luz en el rostro que emana del de Charlotte. Es el iluminador.
Tres puntos estratégicos para aplicarlo:
Desde el hueso donde termina la ceja por todo el hueso del pómulo (sin acercarte al ojo de ninguna manera). Solo el pómulo.
Se aplica a toquecitos, no se arrastra, e inmediatamente Voilá, te has quitado 10 años de encima.
También se aplican unas gotitas en el centro de la frente y se repite la acción de los toquecitos.
Un pelín en el caballete, un poquito, en el mentón y las expertas hablan de una gotita en el arco de cupido (en la parte central del labio superior).
Creedme amigas que merece la pena invertir en un buen iluminador( yo casi lo prefiero al colorete) porque te dota de una sofisticación y una luminosidad en muchos casos perdida.
La piel lo agradece, en las fotos sales como una reina y resaltas con muy poco tus zonas maravillosas para ocultar (con la ayuda de nuestro aliado el corrector) aquellas mas feas.
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