Segundas Nupcias, "ex" e hijos de las "ex"....

Siempre he  sido consciente de lo afortunada que fui de que mi marido, cuando yo le conocí, no tuviera hijos de su anterior matrimonio. Se que muchos hombres cuando leáis esto me vais a odiar, y seguramente seréis unas personas maravillosas y en muchos casos excelentes partidos. Pero sabéis lo difícil que es para una madre entender, aceptar y hacerse la ciega-sorda-muda con sus propios hijos? Tener que morderse la lengua y encerrarse en el baño para no "estampanarles" como digo yo?

 Imaginaos si no fueran tuyos, cuando tu no tienes la autoridad ni el poder para "marcar" tus reglas, cuando su padre está siempre fuera de casa y te toca bregar a ti con esos pequeños diablillos que saben, perfectamente saben, que tu estás atada de pies y manos...menudos son!
Creo que hay que ser muy madura, muy fría y muy equilibrada (además de tenerlo clarísimo) para aguantar y soportar una situación así.Yo, os lo digo desde aquí, y mi marido también lo sabe, no hubiera sido capaz.

Y ahora viene la parte de; por amor se aguanta todo y se acepta a la persona con la "mochila" que traiga. 
Pues seguramente que será así, yo, por mi parte, sigo dando gracias de que "el mío" no tuviera hijos de su primer matrimonio y de que cuando empezamos nuestra vida en común estuviera libre como un taxi y lo que es más, sin el fantasma de la "ex" pululando siempre sobre nuestras cabezas.
Porque es lógico y yo lo haría igual; las madres queremos siempre ser las protagonistas insustituibles en la vida de nuestros hijos, y si estos viven con otra individua pues allá que voy y hasta que no supiera que "esa señora"es digna merecedora de que mis hijos vivan con ella y compartan momentos de su vida con ella, sería la mayor  Ex-coñazo del mundo, ya os lo digo....

Cuando discutimos en casa, (puede ser pelea a dos bandas, a tres bandas o a cuatro bandas) y me tengo que meter en el baño para no ponerlos a todos "pingando", lo primero que me viene a la cabeza, después de respirar hondo 5 o 6 veces seguidas, como dice Sergio que debo hacer, es : joder, menos mal que son míos y que los he parido yo, porque si no, hago la maleta y me voy lo más lejos que me permita la Visa. Ese es realmente el freno, que mis hijos "son míos". Tengo amigas que en esas idénticas situaciones salieron por la puerta y jamás volvieron y que seguro que si los niños hubieran sido suyos se lo habrían pensado mucho, es mas, no lo hubieran hecho

Y ahora, los hombres dirán: bueno, no  todo serán "contras" y yo les puedo decir que no conozco ninguna mujer "feliz" de cuidar y criar hijos que no son suyos, de tener a la "ex" siempre metiéndose en todo, de no poder pasar tiempo "de calidad" con su pareja porque cuando ambos tienen tiempo libre a él le tocan los niños, de que "sus" hijas adolescentes la estén siempre comparando con su madre y es mas, confabulando por si aún hubiera un resquicio para arreglar la familia, de que toda la ropa o regalos que le compra a los niños no los ve nunca más porque ya se encarga su "verdadera" madre de encogerla o perderlos.

Es así o no? O al menos es así en el 90% de los casos?

Seguramente los hombres que lean esto pensarán que lo mismo pasa al contrario, no? 
Pues no queridos porque cuando las mujeres con niños rehacen su vida al lado de alguien, el fantasma de la "ex" es inexistente, y no es que tenga manía a las "ex" creedme, a la mía no la vi en la vida, es que según dicen las hay muy muy malas...

Y ahora voy a romper una lanza en favor de aquellos hombres que aún teniendo una vida anterior, con hijos y cargas familiares, han logrado hacer súper felices a sus nuevas parejas a fuerza de darles "su sitio" y de no dejarlas "jamás" con el culo al aire en beneficio ni por miedo a su familia original.

Hombres con mayúsculas que haciendo un ejercicio de conciliación y con mucha inteligencia han formado nuevos núcleos familiares sin dar nunca la espalda a los que ya estaban. Hombres realmente enamorados (y no de los que buscan una niñera nueva para sus hijos, que también los hay)y que de sus dos familias han hecho una sola.
Yo tengo la suerte de tener entre mis grandes amigos un hombre de estos y os digo de verdad que es posible. Basta saber de dónde se viene y hacia dónde se quiere ir, basta dar el sitio que le corresponde a cada uno, basta combinar la cabeza y el corazón, basta querer....