Hasta hace poco pensaba que a las personas se las podía catalogar entre aquellas que siempre decían la verdad, las que no tenían pelos en la lengua, las que llamaban a las cosas por su nombre y en cambio aquellas otras que "disfrazaban la verdad", la edulcoraban, la adornaban...
Cuando era más joven no comulgaba con este tipo de gente, siempre defendía que prefería que me dijeran la verdad aunque doliera, a que me engañaran por no hacerme daño.
Me equivocaba.
Con el paso de los años he aprendido que si dijéramos siempre la verdad la vida sería insoportable para aquellos que no tienen más remedio que escucharla e incluso para nosotros mismos porque después de haberlo hecho, muy inhumano ha de ser uno para no conmoverse ante el dolor que has podido causar.
Pero, cual era la alternativa? mentir? y no es eso peor?.
Hace relativamente poco descubrí la tercera en discordia, en este caso "el tercero"; El Silencio.
Ante una verdad desgarradora, de aquellas que destrozan el corazón de las personas . Ante aquellas que te rompen el alma porque nadie mejor que el que la escucha sabe lo que hay de cierto en lo que le están contando, ante todo ello, mejor callar.
Algunas de mis amigas del alma, receptoras de "tantas verdades" y mis mayores críticas.
Incluso le he cogido manía a las "mentiras piadosas", aquellas que tan solo un tonto se puede creer. Aquellas que te hacen más daño a ti mientras las estas contando que a la pobre víctima deseosa de dejarse engañar.
Al menos con el silencio no te traicionas a ti misma, no piensas; pero que milonga le estoy diciendo a esta pobre que no me creo ni yo?
Además con el silencio cabe la posibilidad de que la otra persona se auto engañe pensando que si callas es porque no tienes nada que decir.
Cierto es que ninguno somos infalibles como dicen que es el Papa, no poseemos la verdad absoluta, podemos equivocarnos por mucha información y muchos datos que tengamos en la mano. Si no tenemos nada bueno que decir de alguien, mejor callarse, no?
Cuantas veces cuando estamos de sobremesa y con 2 copas de más surge el típico debate que todos, al menos una vez hemos tenido:
Que harías si sabes que a tu mejor amiga su marido le pone los cuernos? Callar.
Que harías si a tu mejor amiga le oliera el aliento que tira para atrás? Callar
Que harías si después de una larga temporada sin veros te encuentras a una de tus mejores amigas super avejentada y habiendo dado un bajón que pa que??? Callar
Que harías si tu amiga, después de haber estado a dieta 2 meses continúa igual de gorda?? Callar
Que harías si sabes de buena tinta que tu amiga ha empezado una relación con un hombre poco recomendable de la que ella piensa que es el Dalai Lama? Callar.
Que harías si tu amiga, que se piensa que es super cool, se viste como el culo, y va ridícula vistiéndose de Lolita (de Nabokov, no de Lola Flores) a su edad? Pues callar, callar, y callar.
Maria, cuantos secretos compartidos y cuantas "verdades"juntas
Creedme amigas. Después de meter muchas patas,buscarme miles de marrones y hacer comerse a mucha gente otros miles, me he dado cuenta que no sirve de nada, cada uno debe aprender de sus errores y que con el silencio todos salimos ganando.
Eso si, luego están mis mejores amigos. aquellos que nos conocemos hace mil años, aquellos que saben mis secretos como yo se los suyos. Aquellos con los que he sufrido mil avatares y me he pasado horas en el sillón de su casa pasándoles clinex. Aquellos con los que soy yo misma, que no me juzgan, que me quieren como soy como yo les quiero a ellos. Que entendemos que ninguno somos perfectos y que si yo soy bocazas tu eres desleal, engreída , caprichosa o cansinamente perfeccionista. Con esos, con esos si que digo lo que me da la gana, y si no les gusta, que se aguanten.
Hay mi Vane, cuanto hemos compartido durante "esos"años
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